La crisis petrolera se siente particularmente sobre las empresas regionales. El analista Alejandro Jones, docente universitario y asesor del Ministerio de Hidrocarburos de Chubut, señala que un indicador fuerte de esto es el aumento del índice de incobrabilidad que surge de los balances oficiales del Banco Chubut, que en diciembre último registró un incremento superior al doble del total de créditos declarados incobrables, en comparación a diciembre de 2014. “Ese indicador se ha más que duplicado en un año”, enfatiza el analista, en tanto si bien los datos corresponden al banco en toda la jurisdicción provincial, advierte que la mayor parte de ese movimiento –alrededor del 60%- se origina en Comodoro Rivadavia.
“Un indicador que podemos tomar para ver la situación de empresas de la región es la situación financiera que se refleja en sus deudas, lo que podemos medir en el balance del Banco Chubut –sostiene el funcionario, en una entrevista con AdnSur -. En un año, la incobrabilidad subió desde 2,2 millones (de pesos) a 5,2 millones. Se ha más que duplicado, entendiendo por incobrabilidad un deudor que llegó al límite de las posibilidades de refinanciar, cuando deja de pagar. No diría que son situaciones de quebranto, pero es una situación complicada, que requiere creatividad para salir”.
Estos guarismos han sido mencionados tras detallar los impactos de la crisis en los primeros meses de este año, que se reflejan en una baja de producción del 10% en enero, comparado contra el mismo mes del año anterior; y una reducción del 16,5% en febrero, comparado contra enero, lo que a su vez derivó en una baja de alrededor del 15% de regalías petroleras, que en dólares impactó en unos 5 millones de dólares menos, en el segundo mes con respecto al primero.
Al consultársele qué alternativas se plantean para la región, explicó que un atenuante se dará a partir de mediados de año, con la puesta en marcha de la ampliación de la refinería de La Plata, que demandará mayor volumen de crudo Escalante, absorbiendo así casi la mitad del crudo que hoy se exporta desde Chubut.
En ese marco, puntualizó que además “en toda crisis hay una gran oportunidad. Para nosotros se debería reflejar primero en lograr mayor eficiencia empresarial y en mayor eficiencia en la producción. Creo que es el momento de empezar a pensar en la agregación de valor a nuestro recurso hidrocarburífero, pensando en la generación de energía eléctrica. El sector eléctrico ha fijado parámetros de venta al sector mayorista que significa mayores oportunidades, lo que tendrá un ritmo de crecimiento con precios estables. Podemos pensar en generadores eléctricos y vender energía desde nuestra región; claro que nada es de hoy para mañana, pero debemos empezar a transformar el crudo Escalante. Chubut produce hoy casi el 15% de la matriz energética nacional y la Patagonia, más del 60%. Somos productores de energía, entonces el desafío es refinar y lograr mayor eficiencia. La eficiencia no se puede pensar sólo desde la reducción de puestos de trabajo, sino apuntando a elaborar mejor logística, mayor calidad de crudo con nuevas técnicas y aplicando la innovación tecnológica de que hoy dispone el mundo”.
Desde esa perspectiva, la agregación de valor en combustibles plantea un paso más allá de la histórica “refinería”, que ha quedado frustrada en el tiempo: “ese paso ya es limitativo, tendríamos que pensar en un paso posterior al combustible, concretamente en el sector eléctrico”, enfatiza el docente e investigador universitario.