Empresarios regionales superan el 60% de expectativa positiva en torno a la actividad

Por Raúl Figueroa) El consultor Enrique Zuleta Puceiro, presidente de la Fundación de Investigaciones Económicas y Sociales, disertó durante la Expo del Peetróleo&Gas en torno a la importancia de las empresas regionales como factor dinamizador de las economías regionales, en el marco de las iniciativas del programa Pymes del Golfo San Jorge, que impulsa PAE. En esta entrevista con Desarrollo, detalló alcances de una encuesta recientemente realizada entre empresarios de la zona y sus expectativas favorables en torno a la actividad petrolera, por un lado, frente a una visión negativa de lo que se espera en materia de política nacional. Con más de un 60% de expectativa positiva en torno al desempeño de la industria, la incertidumbre surge sin embargo cuando se piensa en situaciones como la política cambiaria y la restricción de importaciones.

La Fundación de Investigaciones Económicas y Sociales ha iniciado una serie de encuestas de expectativas entre el sector pyme de la cuenca, con relevamientos que realizará cada 4 meses, el primero de los cuales se ha procesado recientemente y arrojó resultados llamativos: “los empresarios de la región viven una revolución de expectativas positivas y superan el 60 por ciento de los encuestados –describió Zuleta Puceiro-. Las expectativas de mejoramiento de la situación personal y profesional llegan incluso hasta 90 por ciento, por el clima que se ha creado, a pesar de que en el orden nacional cunde el pesimismo.  Los empresarios se sienten a sí mismos habiendo hecho los ajustes e inversiones necesarias, pero estaría faltando un Estado activo dispuesto a llevar nuestros productos hacia el mundo. Eso se vio en la presentación que hizo la ministra Débora Giorgi ante el grupo de empresarios pymes, al inaugurar la oficina de GenIA (Generadora de Industria Argentina) en el Ente Comodoro Conocimiento. A mi juicio hizo una exposición brillante, pero cuando pidió preguntas, no hubo casi ninguna, salvo alguna consulta de forma. Seguramente los empresarios están pensando respuestas del Estado nacional a temas más terrestres, si tendrán que entrar o no en la próxima moratoria impositiva, por ejemplo. Si hubiera estado Echeragay , Moreno o el presidente del Banco Central seguramente habría habido muchísimas preguntas, porque hay una sensación de que el desarrollo industrial depende de que se mantenga una política muy activa y comprometida, interesada en subsidiar a la pyme para aprovechar la oportunidad. Sin embargo en la encuesta surge que entre las prioridades y expectativas, lo que falla es la visión de medio y largo plazo nacional. Está perfecto innovar y equiparse para comenzar a sustituir importaciones, pero quién exporta con este tipo de cambio? Con el cepo cambiario, con la incertidumbre del papel de Argentina… son demasiadas preguntas, que marcan diferencias entre los empresarios mirando sus propias circunstancias que pasan por la industria petrolera y el descubrimiento del shale, pero por otro lado la perspectiva de que la política nacional sufre una crisis que amenaza su continuidad en un año electoral y con las dificultades de la Presidenta para enganchar un proyecto de reelección”.
En cuanto a los factores que explicarían las expectativas positivas del empresariado, respondió el consultor: “lo más importante es que se ve a la Argentina como un país que está enfocando sus prioridades en la energía, el esfuerzo hecho en YPF y las oportunidades de que se incorporen mayores reservas. Hace un año y medio se veía que yacimientos maduros como Cerro Dragón podrían poner en riesgo la continuidad de la región, al derrumbarse el sistema de exportación del crudo Escalante podía tener efectos en cadena, pero eso ha quedado claro a partir de los acuerdos de precios por el gas con YPF y luego con PAE, que devolvió muchas expectativas sobre todo en las empresas directamente vinculadas a la extracción de petróleo y gas”.
En el contraste de la visión negativa sobre los aspectos de la política nacional, Zuleta Puceiro advirtió que la encuesta “no se advierte un rechazo a los principios generales, porque esa política ha producido la evolución de las expectativas, pero sí hay dudas sobre la continuidad. Hubo una cantidad de herramientas que fueron positivas al inicio, pero se han ido deteriorando y se dan efectos contrarios, como la política cambiaria actual o la posibilidad de que el cierre de importaciones se convierta en permanente. La importación es clave para las pymes del petróleo y gas, porque ellos pueden brindar productos de gran calidad en la medida que tengan insumos de calidad, porque si tienen que empezar a fabricar arandelas y cables que los obtendrían más baratos si los importaran, es inviable. El que va a exportar pide protección y parte de ella es la posibilidad de importar”.
La encuesta también midió la expectativa de los empresarios regionales en torno a la operadora PAE, a lo que se sumará en la próxima medición la visión de los empresarios en torno a YPF. “En general las pymes están muy satisfechas con los programas de capacitación, los consideran positivos; también hacen una jerarquía sobre sus principales requerimientos y les observan que las sinergias entre pequeñas y grandes empresas son importantes, por lo que abogan por una política de consensos y diálogo social, rehuyendo de las estrategias de confrontación, para asociarse en objetivos de crecimiento”.

El rol de las empresas regionales

En el marco de su disertación, Zuleta Puceiro dio un diagnóstico de la región y su visión en torno a lo que resulta necesario para posibilitar el aprovechamiento de las oportunidades para desarrollar el mencionado potencial.
“La situación del golfo la empezamos a estudiar en el año 2005, cuando fue evidente que los efectos de las políticas económicas nacionales volvieron a colocar al país en el mundo y los flujos económicos privilegiaban las industrias extractivas y recursos naturales. Hicimos varios estudios publicados en dos libros; uno de ellos, “Golfo San Jorge: hacia un territorio inteligente”, partía de la base de la posibilidad de aprovechar una oportunidad porque el petróleo, el gas, los minerales estratégicos, la pesca, las frutas finas, etc, iban a convertir a los 14 pueblos del golfo en una economía de enclave, donde era muy posible que el crecimiento de las exportaciones y la ubicación de Argentina en esos flujos convirtiera a este polo, que ya en ese momento era la región con mayor producto bruto per cápita y con tasas de desarrollo cinco o seis puntos por encima de lo nacional; luego en España publicamos otro libro sobre el golfo y era cada vez más claro que no sólo era la puerta de la Patagonia, sino además una plataforma de innovación y despegue de una serie de industrias estratégicas. La hipótesis de conflicto era que todo eso requería un Estado fuerte, convencido de la sustitución de importaciones y de jugar a fondo por las exportaciones; eso ocurrió efectivamente hasta que en determinado momento el Estado decidió reconvertir algunas de esas estrategias y puso en riesgo las exportaciones de gas y petróleo, al suspender el programa Petróleo Plus. Ahí quedó en claro que esto era una oportunidad a condición de que se aprovechara. La tesis de esos libros es que ocurrió dos o tres veces, basta que cambien los precios, que haya un cambio en la política energética para que lo que es una economía de escala con crecimiento exponencial, pueda convertirse en una cadena de pueblos fantasmas. Entonces había que convertir lo que se llama territorio inteligente, la energía del momento en una palanca para un proceso que en aquel momento pensamos reconversión de infraestructura básica. En el libro enumeramos los proyectos”.
¿Qué deben hacer los empresarios regionales? A juicio de Zuleta Puceiro, “fomentar el espíritu emprendedor; yo encuentro aquí el mayor nivel de valoración del espíritu emprendedor, de todos los estudios comparados en provincias. Se destacan las virtudes del empresario comprometido, que trabaja sin especular, que se juega en la economía real. Lo segundo que surge es la necesidad de trabajar en red y soportar los procesos de innovación, además de los riesgos de la conflictividad, del conflicto laboral, la prisión tributaria y las dificultades para acceder al crédito, en ese orden”.

 

 

 

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